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Manuel Niembro de la Concha en El Oriente de Asturias del 31 de marzo 1895, nº 513.

COSAS DE CABRALES


Hoy hace un año que escribí la «crónica» de la feria de Sr. Raimundo; decía al terminar:

«Dios quiera que el año próximo
No se ve la feria aguada,
Y que el "cronista" de ogaño
La escriba con más sustancia

Mi plegaria fue escuchada en parte, por Aquel a quien la dirigía: el viernes y sábado, fueron dos días a pedir de boca. Acaso alguna pollita, que tenía deseos de divertirse, telegrafió a Noberlesoom 1.—a Robinsón, según le llama alguno que yo conozco— para que detuviese las pertinaces lluvias que disfrutamos toda la semana, y que parecían tomar carta de vecindad en nuestro Concejo, y el famoso estrólogu, como cumplido caballero, defirió gustoso a la súplica que se le hacía y mandó el agua con la música a ottra parte donde no importunara.

Respeto a la sustanciabilidad de esta carta… tales fueron los progresos que hice, y los conocimientos que adquirí durante 365 días, que está a un dedo de olvidárseme lo poco o nada que aprendí en la escuela.

Y, sin embargo, parece ser que he tenido la habilidad suficiente para escribir de manera que no todos vieran con buenos ojos mis "Cosas de Cabrales" por la razón de que digo… la verdad escueta.

¡Cielo santo!, me horroriza en extremo
Tan solo el acordarme,
De que la gloria que conquisté ¡está bueno!
Ha sido el malquístarme
Con gentes que cien vueltas pueden darme…

Pero, por no abusar de la paciencia de los lectores.

Dejaré esta disgresión,
Que me resulta muy mal,
Y hablaré de otra cuestión,
O sea el punto sustancial.

Aunque como he dicho al principio de estas líneas, disfrutamos un tiempo magnífico, el pertinaz temporal lluvioso de los días anteriores fue el motivo que impidió la venida a la feria de San Raimundo a muchos "tratantes" forasteros, que, en caso contrario, seguramente hubieran acudido.

Durante el día 15 gran número de ganados de todas clases, especialmente vacuno, ocupaba el castañedo del Coterín, verificándose hasta las primeras horas de la tarde bastantes transacciones, pues, a pesar de las causas apuntadas, no faltaron compradores, en particular pasiegos; aunque, en honor de la verdad sea dicho, la oferta superó en mucho a la demanda. Obedece esto a la escasez de yerba forrajera que se principia a sentir, y al paso que los heniles se van desocupando, aumentan los temores de que aún vengan grandes trastornos atmosféricos que impidan el llevar los ganados al pasto.

Los precios, en general, con alguna tendencia a la baja, aunque no muy notable. Las vacas de leche eran las más solicitadas y las que proporcionalmente alcanzaron mayores precios, así como los novillos emparejados que fueron buscados con ansia.

Puesto que ya hemos visto la feria del ganado, echamos una mirada en derredor.

En frente del comercio de D. Raimundo Villar están algunas docenas de hombres jugando a los bolos, y libando con bastante frecuencia sendas goteras de todos los colores, gustos y condiciones, hasta ponerse alegres como castañuelas; más allá, en una gran extensión, se ostenían los blancos toldos de los tenderos ambulantes, quincalleros, rusquilleras, gerreteros, caldereros, etc., ect., que hostigan a cuantos conocen, para regalarles, o poco menos, sus mercancías; a este lado, una balumba de chicuelos echando perrinas a la rueda de la fortuna… de Cadexu; al otro una hilera de mujeres estregaladas, vendiendo ablanas ajornadas, nueces secas y otras chucherías por el estilo, y, por donde quiera, una matrona, de rompe y rasga, que a grito pelado publica la bondad y baratura de los riquísimos objetos que trae en una banasta.

El sábado fue el día de la broma, del bullicio y del jaleo; por eso, así que pasó la hora de medio día, se vieron llegar en grandes grupos las muchachas de los pueblos cercanos, ávidas de desechar nostalgia en que vivieron durante algunos meses, y que tan mal se amolda a sus genios vivarachos y alegres. Sabido que les fuera imposible permanecer inactivas un solo instante, excusado es decir que durante toda la tarde hubo bailes de diferentes colores, armonizados por el ronco repiqueteo de un tambor y el alegre cascabeleo de la pandereta, que manejaban con habilidad algunas muchachas que turnaban en su tarea. Cuando las circunstancias lo requerían, cantaban con voz bien timbrada y música de su cosecha, seguidillas en honra y gloria de las bailadoras más rozagantes, y de los Adanes que estaban mejor instruidos en los secretos del arte de Terpsícore 2..

Aún seguía la animación sin decaer un punto, cuando, al abandonar aquellos lugares, donde reinaba el placer y la alegría y se olvidaban los pesares, principiaban a difundirse las primeras sombras de la noche.

Los últimos ecos, que llegaron a mis oídos, fue la tonante voz de un"apuesto mancebo" que en el calor del alumbramiento cantaba:

¡Muera por siempre el dolor!
¡Fuera tristezas y penas!…
¡Viva el vino y el amor!
Y ¡viva el pueblo de Arenas!…

Las lluvias de los primeros días de la semana última, aunque muy abundantes, no causaron, que yo sepa, pérdidas de consideración en este concejo, pues solamente se redujeron a algunos desprendimientos de tierra en la carretera y en la margen de los ríos.

Más vale así, pues bastantes experimentamos en los últimos temporales.

A consecuencia de lo mucho que sufrieron en el pasado invierno con motivo de las nieves y de la carencia de alimento suficiente, se están muriendo diariamente gran número de reses lanares, tanto, que algunos rebaños perecieron casi por completo.

Es un contratiempo grandísimo para los habitantes de muchos pueblos de estas montañas, que sólo cuentan para su subsistencia con los productos de la ganadería.

Llama la atención la negligencia de la primera autoridad civil de nuestro concejo, en participar al Sr. Gobernador las obras que son de más perentoria necesidad su construcción, para llevarlas a cabo en la medida que alcance la cantidad que corresponda a Cabrales en la distribución de las 30.000 pesetas que le tocaron a Asturias. Esta conducta da lugar a suponer, o que mira con marcada indiferencia los asuntos que tienen interés para el Concejo que administra, o que no precisamos ningún recurso, y por tanto nuestras quejas y los daños sufridos con motivo de las nieves eran pura ficción.

Ahora sólo falta que Cabrales salga tan beneficiado con respecto a los demás concejos, como nuestra provincia con las otras de españa.

No sería un milagro.


Manolo.

Marzo 17 de 1895.


———

De una desgracia en extremo sensible, voy a dar cuenta a los lectores de EL ORIENTE.

El joven Pedro Suárez Gómez, vecino de Inguanzo, que estaba de molinero en la fábrica de harinas sita en "Veyo" propia de los señores Fernández, desapareció de la misma el lunes último.

Esta inexplicable desaparición fue motivo de grande zozobra para su familia, que, en unión de varias personas, le buscaron por largo tiempo sin que consiguieran encontrarle en parte alguna, por lo cual presintieron la terrible realidad.

Al fin, ayer tarde a altas horas de la mañana, fue hallado cadaver en la "cuesta del Tárano".

Parece ser que el infeliz Pedro, aficionado a la caza, vagaba por aquel sitio en acecho de alguna zorra de las muchas que por allí abundan. Un descuido, un accidente imprevisto, o alguna caída, fue causa de que se le disparase la escopeta introduciéndose la carga de gruesos perdigones por una mandíbula, debiendo causarle la muerte instantánea.

Al ser avisado el Juez de 1ª Instancia del Partido de lo ocurrido, creo dispuso le hiciesen la autopsia D. Manuel Llanos, médico de este Concejo y D. Emilio de Francisco, del de Onís. Acaso se verifique mañana.

Dios le haya acogido en su seno.

Manolo.

Cabrales, Marzo 27 del 95.




1. Noberlesoom fue un astrónomo de finales del siglo XIX que escribía en el periódico católico y cercano al carlismo "El Siglo Futuro", y que debió de contar con cierta fama en aquellos tiempos por hacer previsiones meteorológicas muchas veces equivocadas:
«¿Cómo quieres que te crea,
Si eres como Noberlesoom,
Que cuando anuncia borrascas
Es cuando más brilla el sol?» (Blanco y Negro, 1891). ^
2. Terpsícore es una de las nueve musas hijas de Zeus y Mnemósine, asociada desde la época clásica con la poesía ligera y la danza. ^



www.concejodecabrales.com

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