Noticias de Cabrales en El Oriente de Asturias del 4 de agosto 1895, nº 531.
SECCIÓN DE NOTICIAS.
Parece ser que se van venciendo las dificultades que se presentaban para la continuación de las obras de la importante carretera de Cangas de Onís a unir la de Palencia a Tinamayor y que tanto interesa a los concejos de Cabrales y Peñamellera. La Junta Consultiva de Obras públicas del Ministerio de Fomento, en sesión del día 26 de julio último, aprobó el dictamen al proyecto de reforma del trozo octavo de dicha carretera, trámite necesario, obtenido en muy pocos días por la eficaz recomendación de nuestro distinguido amigo señor Mon y Martínez, diputado a Cortes por este distrito. Sabemos también que el Sr. Mon se ocupa actualmente en procurar la resolución definitiva que en dicho proyecto de reforma ha de dictar el Gobierno, reunido en Consejo de Ministros.
Felicitamos a los pueblos interesados y al señor D. Alejandro Mon y Martínez, que tantas pruebas está dando del grande interés que siente por el distrito que representa.
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Habiendo el Sr. Alcalde de Tresviso denunciado al Sr. Gobernador Civil de Santander que los ganados de los vecinos de Abándames, que se hallan pastando en el puerto procomunal de Escarandi, estaban atacados de la enfermedad llamada Epizootía, dicha Autoridad se ha dirigido a la de Oviedo, para que dispusiera lo que tuviese por conveniente, y esta ordenó al Alcalde del Valle bajo de Peñamellera en comunicación de 24 del mes último, se personara en el punto de referencia, acompañado del Subdelegado de Veterinaria, a fin de proceder al reconocimiento del ganado, para resolver lo que se estimara más oportuno.
Personados en dicho monte el día 29 dicho Alcalde y dos individuos del Ayuntamiento, acompañados del Subdelegado de Veterinaria del partido D. José Suárez y de varios propietarios y pastores del ganado del pueblo de Abándames, previo reconocimiento que aquél verificó, se extendió un acta, en la que se hace constar que los ganados que en dicho monte existen se hallan en buen estado de salud, no ofreciendo síntomas de epidemia de ninguna clase.
Sentiremos que denuncias de esta naturaleza se repitan, máximi cuando, como en el caso presente, no hay razón ni fundamento alguno que las justifique.