La gran nevada de 1888 en Cabrales.
En "La Época" (Madrid), del 29 de marzo de 1888 (núm. 12.804), aparece la siguiente noticia:
Parece que los residentes en Madrid que proceden del concejo de Cabrales donde por efecto de los últimos temporales se han hundido 250 casas, tratan de convocar a una reunión a sus paisanos a fin de ponerse de acuerdo para enviar algunos recursos a tan desaventurada región.
El diario "La Correspondencia de España" (Madrid), del 29 de marzo de 1888 (núm. 10.964), amplia la anterior noticia, con la siguiente información:
A este fin, según se nos dice, se trata de contar en primer término con los diputados Sres. D. Alejandro Mon y Martínez y D. Manuel Pedregual y Cañedo, los que en su caso llevarán ante el gobierno la voz de caridad, a la que tampoco se mostrarán sordos los sentimientos de la considerable colonia asturiana que reside en corte.
Muchos industriales de respetabilidad se han adherido ya al pensamiento, y todo hace suponer que tendrán algún consuelo aquellas desgracias.
En el diario "La Iberia" (Madrid), del 29 de marzo de 1888 (núm. 11.211), se dice:
Para remediar la triste situación en que se hallan los vecinos del concejo de Cabrales, en donde han sido destruidas por los últimos temporales más de 250 viviendas, los naturales de aquella jurisdicción que residen en Madrid tratan de reunir alguna cantidad, que será enviada inmediatamente.
También esperan conseguir algo del gobierno, para lo cual cuentan con el concurso de los representantes en Cortes.
En el mismo diario fechado el 22 de mayo de 1888 (núm. 11.262), se informa de lo siguiente:
Se ha constituido en Madrid una Junta de socorros para aliviar en lo posible las desgracias surgidas por consecuencia de las nieves en los concejos de Cabrales y Peñamellera. La componen D. Alejandro Mon, presidente; D. Ramón Rojo, tesorero; el diputado D. Basilio Díaz Villar y Sres. D. Fructuoso y D. José Fernández, D. José Balmori Prieto, como vocales, y secretario, el conocido industrial D. Pedro Niembro.
Se han recaudado para aquel objeto 450 pesetas por el Centro de Asturianos, más de 700 por la colonia cabraliega.
La cantidad a que ascienden los desastres que se deploran en dichos concejos pasa de un millón de reales, habiendo desaparecido casi en totalidad la riqueza pecuaria único modo de vida de aquellas pobres gentes.
En el diario católico "El Siglo Futuro" (Madrid), del 23 de mayo de 1888 (núm. 3.962), podemos leer la relación de daños realizada por los alcaldes pedáneos de Cabrales:
En Sotres se destruyeron y arruinaron entre casas y cabañas 105; perecieron 78 vacas, 317 cabras, 703 ovejas y 8 caballos. En Tielve 19 edificios, 8 vacas, 425 cabras y 657 ovejas.
En Bulnes 5 edificios, 604 cabras y 372 ovejas.
En Camarmeña 3 edificios, 141 cabras y121 ovejas.
En Arangas 25 edificios, 4 vacas, 317 cabras y 359 ovejas.
En Arenas 19 edificios, 4 vacas, 412 cabras y 820 ovejas.
En Poo 11 edificios, 11 vacas, 100 cabras y 116 ovejas.
En Berodia 16 edificios, 12 vacas, 135 cabras, 428 ovejas y 2 caballos.
En Inguanzo 29 edificios, 27 cabras y 279 ovejas.
En Asiego 25 edificios, 25 vacas, 210 cabras y 606 ovejas.
En Puertas 25 edificios, 39 vacas, 267 cabras y 464 ovejas.
En San Roque de Ortiguero (sic) 11 edificios, 40 vacas, 390 cabras y 550 ovejas.
En Carreña 32 edificios, 11 vacas, 112 cabras y 419 ovejas.
En total, 330 edificios, 229 vacas, 3.707 cabras, 5.914 ovejas y 10 caballos.
Todo esto sin contar las fincas rústicas que se han convertido en escombreras.
Extracto del artículo "La Gran Nevada de 1888 en Cantabria y Asturias", obtenido de la antigua página web www.meteored.com, ahora en www.tiempo.com, de José Manuel Puente Fernández.
La nevada se inició el día 14 de febrero, estuvo nevando prácticamente de forma continua hasta el día 20 cuando se inició una mejoría transitoria aunque con fuertes heladas hasta el día 23. Ya el día 24 dio comienzo un nuevo período de nevadas, aún más intensas que en los días anteriores y que no cesaron hasta principios del mes de marzo, siendo seguidas de fuertes heladas. Hacia los días 8/9 de marzo hubo un cambio en el viento hacia el oeste-suroeste que generó un período corto pero intenso de deshielo y crecida de los ríos agravando esto el panorama ya de por sí dramático que presentaban los pueblos de Cantabria y Asturias. Cuando parecía que todo había pasado, al inicio de la segunda quincena del mes dio comienzo una nueva nevada, muy intensa sobre todo en el interior y en las zonas de alta montaña, que no cesó hasta pasado el día 22.
En todo momento la nevada fue acompañada por fuertes ventiscas que acumularon ingentes toneladas de nieve que luego se tradujeron en catastróficas avalanchas y grandes desprendimientos cuando la temperatura subió y se inició el deshielo.
Fecha | Altura de la nieve, perdidas materiales |
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26 de febrero | Ortiguero: 1,50 metros |
28 de febrero | Carreña, Poo, y Arenas: 0,70 metros |
Tielve: 2,60 metros | |
29 de febrero | Sotres 1.: 5 metros |
Bulnes: 4 metros | |
Tielve y Ortiguero: 3 metros | |
Arangas, Puertas, y Berodia: 2,5 metros | |
Inguanzo: 2 metros | |
Arenas: 0,70 metros | |
Carreña: 0,60 metros | |
Poo: 0,50 metros | |
5 de marzo | Muerte de 80 vacas, 500 cabras, 700 ovejas en Sotres. |
"Uno de los guardamontes de la montaña de Covadonga, el que habita la casa sita en las proximidades del Lago de Enol, hombre de 70 años, llamado Ramos Junco, despidió a su familia mandándola al lugar de Olao en previsión de las grandes nevadas, quedándose sólo con su perro, pera hasta éste le abandonó bajándose al pueblo, donde su presencia produjo tal alarma, que organizaron una partida de hombres (…) que emprendieron la penosa ascensión para recoger al que creían cadáver, siéndoles difícil distinguir la casa envuelta entre nieves, desde la cual para recibirles el bravo Junco, abrió huella saliendo por el balcón del piso principal es decir que la nieve alcanzaba tres metros y medio de altura, y calificando de locura el acto de sus vecinos les mandó volverse encastillándose nuevamente" (intento de rescate del guardia de Covadonga - relato de El Carbayón).
"En Tielve alcanza la nieve una altura de dos metros sesenta centímetros, nada se sabe de los vecinos de Sotres desde hace 15 días. Poco más o menos pasa con los vecinos de Bulnes, del pueblo no se sabe nada desde hace ocho días" (situación desesperada de los pueblos altos del entorno de los Picos de Europa).
"El pueblo de Sotres desde el 15 del pasado hasta el presente estuvo en la más completa incomunicación, y aún hoy (día 10 marzo) es imposible penetrar ni salir de dicho pueblo, y sólo tenemos noticia de que el 3 y 4 del corriente, no pequeño número de vecinos de dicho pueblo de Sotres, expuestos a perecer irremisiblemente de hambre, han resuelto antes, en su desesperación, salir del pueblo, a modo de caravana, en dirección al inmediato pueblo de Espinama, provincia de Santander, haciendo esfuerzos sobrehumanos" (El Carbayón 2.).
"En Bulnes cogió la nevada a 40 personas en las cuevas apartadas del pueblo, en donde la nieve medía 6 metros habiendo permanecido en tales cuevas hasta el 3 del corriente que pudieron salir, no sin extraordinarios esfuerzos e inminente peligro de perder la vida, haciendo a la manera de los de Sotres, escaleras por encima del hielo. (…) Aquellas oscuras, tétricas y pavorosas cuevas, cerradas con nieve, y sin tener otro alimento que las mismas reses y ganados albergados con sus dueños y pastores en dichas cavernas; reses y ganados que los infelices se veían obligados a sacrificar y devorar crudos, pues les era del todo punto imposible hacerse con lumbre" (situación en Bulnes según El Carbayón).
"El pueblo de Sotres estuvo en completa incomunicación desde el día 15 del pasado, y aún hoy es imposible penetrar o salir de dicho pueblo, ignorando, por consiguiente, las novedades allí ocurridas, y sólo si tenemos noticia de que algunos vecinos de dicho pueblo, amagados a perecer de hambre, se arriesgaron a salir en caravana con dirección al inmediato de Espinama, en Liébana, haciendo esfuerzos sobrehumanos y formando escalinatas por encima del duro hielo donde iban fijando los pies, y aterroriza el considerar los precipicios inmensos que tenían que sortear (…) En Bulnes cogió la nevada más de 40 personas en las cuevas apartadas del pueblo, donde la nieve llegó a medir 6 metros. En ellas permanecieron hasta el día 3 del corriente, haciendo heroicos esfuerzos por salir de sus prisiones" (Desde Arenas, Oriente de Asturias, 6 de marzo).
"Había cesado de nevar hacia los días 4 y 6 del que corre, y aunque acaecían fuertes heladas que dificultaban el deshielo eran de muy buen grado aceptadas (?) Mas ay! Vana ilusión! Aquellas heladas eran verdaderamente precursoras de otra nevada más espantosa aún y abrumadora que las que acababa de tener lugar (?) A los pocos días de estos augurios y vaticinios amaneció una nevada en la que se medía sobre la anterior una vara más de altura, desde entonces (y esto era en los días 12 y 14 del actual) no cesó hasta la fecha de nevar y sigue nevando a trapo lleno, como vulgarmente suele decirse 3..
Aquí todo está sepultado por la nieve, se agotaron completamente los recursos y alimentos para hombres y ganados, que los ganados que no perecieron perecerán en toda su totalidad, que un carro que venía con víveres para este Concejo no pudo llegar y viose obligado a retroceder en dirección a Onís a donde tampoco le fue posible poder llegar. De seguir así la muerte de muchas personas será cierta y el ganado todo perecerá. El hambre aprieta ya en la morada del pobre. ¡Españoles! ¡Asturianos! Si no atendieseis nuestros ruegos cometeríais un crimen ante la razón, la justicia y la historia." (Desde Carreña, Oriente de Asturias, 20 de marzo).